Háblenos un poco de usted, sus estudios, su carrera...
Nací y crecí en los años pre-internet en Murcia y, aunque teníamos televisión, mi hermano mayor siempre me quitaba el mando, así que no tuve más remedio que desarrollar mi imaginación. De pequeño era muy inquieto; pintaba mucho, hacía fotos con las cámaras de mi padre y mi programa de televisión favorito era Art Attack.
Siempre tuve claro que quería estudiar Bellas Artes, pero de adolescente la ciudad se me quedaba pequeña y cuando terminé el bachillerato preferí elegir una carrera que no estuviera en Murcia para poder salir a vivir fuera. Así fue como acabé estudiando un Grado de Comunicación Audiovisual en Valencia, donde aprendí mucho de cine, hice muchos amigos y mil y un malabares en tiendas de ropa y cadenas de comida rápida para poder viajar.
Durante mi último año me fui de Erasmus a Polonia porque teníamos un convenio con una Universidad de Bellas Artes y así me redimí un poco. Allí experimenté con el videoarte y técnicas tradicionales de animación como la rotoscopia, a la que dediqué mi proyecto final. Me escapé muchos fines de semana a Berlín, que estaba muy cerca y lo recuerdo como uno de los mejores años de mi vida, siendo muy precario, libre y capaz de todo. A mi vuelta me fui a vivir a Madrid y estudié Diseño y Fotografía en el IED, encontré el soporte ideal para mis fotos en papel y me embarqué en el mundo de los Fotolibros. Esto me conectó con la encuadernación y a su vez con el marmoleado. Con los libros, cofundé una editorial independiente, asistí a muchas ferias e incluso gané algún premio.
Tu día a día... tus preocupaciones, tus referencias... tus sueños...
Mi día a día ha cambiado mucho desde que nació Elio. Todavía es pequeño y está muy centrado en sí mismo. De momento mi vida consiste un poco en sobrevivir, apagar fuegos y trabajar trabajar trabajar.
En mi tiempo libre siempre estoy buscando cosas nuevas que estudiar o aprender, y también pienso mucho en volver a trabajar como ayudante de museo.
En el futuro me encantaría poder compaginar lo que hago con un trabajo creativo que me permitiera viajar y conocer a mucha gente. Ni siquiera me importaría vivir en otra ciudad o salir de España por un tiempo. Estar en el Estudio es genial, pero a veces resulta un poco solitario. Mis referentes vienen de fuentes artísticas muy diferentes, obviamente me gusta mucho la moda, el diseño, la arquitectura y el cine, pero mis referentes también son mis amigos artistas, creadores y madres. Todo sobre ellos independientes y con ganas de conseguir sus sueños.
¿Cómo ha sido su experiencia de trabajo con Romualda :)
Va a sonar exagerado, pero los sombreros de Romualda han dado un vuelco a mi vida. Para empezar, era la primera vez que iba a pintar sobre lienzo y no sobre papel, ¡y encima en esas dimensiones de lienzo! Estuvimos varias semanas antes planificándolo todo, había muchas cosas que hacer y Cris había depositado su confianza en mí. Fui a Madrid y me acogieron en su estudio como un miembro más, incluso celebramos juntos mi 30 cumpleaños. La pandemia se nos echó encima, así que a Cris se le ocurrió huir a Asturias, yo nunca había ido, y aunque no conocía muy bien a los romualdiños y tenía miedo del virus y de mi familia, no lo dudé y me fui con ella.
No me equivoqué, Cristina no era una asesina en serie, de hecho resultó ser una artista increíble y una persona aún más increíble. Pasamos semanas de la pandemia pintando y escuchando "La Weyes Blood" y Nathy Peluso. Me sentí súper afortunada de estar encerrada haciendo lo que más me gusta, pero sin dejar de ser consciente del horror que ocurría en el resto del mundo mientras intentábamos sacar el máximo partido de una situación que jugaba en nuestra contra. Nuestra actitud era: "si el mundo se para, nosotros no". Fui muy feliz, los sombreros quedaron increíbles y gané una amistad para toda la vida.
Cómo la llegada de Elio ha cambiado tu vida, tu forma de ver el mundo y de crear
Elio ha sido una revolución. Me hace evolucionar cada día, mutar, mejorar y ver el mundo de otra manera. No sólo ha cambiado mi forma de ver el arte, sino también mi forma de ver la vida e incluso de verme a mí mismo. Antes me fijaba más en el aspecto estético o funcional de las cosas, Elio me ha enseñado a entender el arte como una herramienta de aprendizaje (súper útil), todo me sorprende, veo otra lectura en las cosas cotidianas, lo convierte todo en un juego y le da otro sentido a la vida.
¿Cómo se inició en estas técnicas mágicas de marmolado/encuadernación y por qué? ¿Ve alguna relación entre ellas?
Por supuesto. Primero fue la encuadernación. Empecé en 2015, fue más o menos cuando llegué a Madrid y empecé a editar mis Fotolibros. Sentí la necesidad no solo de diseñar el interior de las páginas sino también la portada, elegir los materiales y en definitiva hacerlo yo misma con mis propias manos. Recuerdo que pasé por delante de la puerta de un taller de encuadernación de la calle de las Fuentes donde me recibió María Manso. María se convertiría más tarde en mi maestra, mi Madre en Madrid y un referente como encuadernadora, profesora y persona. Más tarde abrió su propio taller El Taller del Libro, que está en la calle Calvario y es donde trabajé hasta que dejé Madrid en 2020.
El jaspeado vino de la mano de la encuadernación, en el taller descubrí una colección de libros antiguos, me hice socio de la Biblioteca Nacional y me enamoré del papel aguado de las portadas. En el taller de María conocí a Montse Buxó, la mejor pintora de papel jaspeado de todo el mundo. Hice unos cursos de marmoleado y empecé a pintar por diversión, desde entonces no he parado de recibir encargos e impartir talleres. Aunque el jaspeado es una técnica históricamente ligada a los libros, hoy podemos encontrarla en muchos soportes diferentes y con formas y colores más contemporáneos.
¿Cuál es el trabajo del que se siente más orgulloso? ¿En qué está trabajando ahora?
Me cuesta estar orgullosa de mis trabajos porque soy muy perfeccionista y cuando están acabados siempre pienso que podrían ser mejores. Aunque fue hace muchos años, le tengo mucho cariño a Dear, el primer Fotolibro que me atreví a publicar. Obviamente hoy Dear sería muy diferente, pero lo veo como una obra muy auténtica en la que volqué gran parte de mi alma.
Siempre hago malabares con varios proyectos a la vez, algunos personales y otros para marcas o pequeños encargos. Ahora mismo acabo de terminar una serie de marblings que voy a lanzar para el día de la madre y que se llaman La Mère pero también estoy preparando un taller con cervezas Alhambra para abril y una colaboración con un cliente muy chulo que saldrá en verano.
Háblenos de sus procesos de creación...
No tengo una fórmula exacta, siempre es algo que no espero lo que enciende la chispa de la idea, puede ser cualquier cosa. Desde una conversación, una frase que he leído en un libro o una visita al jardín botánico. También funciona como catarsis, como forma de liberación o de expresión de algo que necesito soltar.
Luego busco un significado, me gustan los proyectos que tienen una historia detrás, que transmiten una idea, que tienen discurso y sentido.
Doy forma y color a esa idea, me encierro, hago mil paletas de colores hasta que encuentro los tonos que representan lo que quiero decir. En el agua, los colores se ven de forma diferente que en el papel y no se puede ver si la tinta se abre o se cierra mucho, así que a menudo tengo que hacer muchas pruebas hasta que algo se parece a lo que tengo en la cabeza. Suele ser un proceso largo e introspectivo, pero cuando después encuentro el camino, resulta increíblemente liberador. Puedo estar inmersa en este proceso de pintura durante días.
También es un gran profesor y fotógrafo, ¿de dónde le viene esto?
Mi padre es profesor y fotógrafo y siempre nos ha transmitido su pasión. Para ser sincero, más que fotógrafo es mago e ilusionista.
Uno de los primeros recuerdos de mi vida está relacionado con esto, era muy pequeño y recuerdo que en casa mi padre bajaba una persiana y convertía una habitación en un cuarto oscuro. Podíamos ver la calle dentro de nuestra habitación y como vivíamos a pie de calle podíamos ver a personitas caminando por el tejado y todo al revés, así es como funciona el principio de la fotografía, y me marcó profundamente.
También recuerdo que en casa teníamos dos cuartos de baño y mi padre convirtió uno de ellos en un laboratorio de fotografía. Mi madre se enfadó mucho, pero a nosotros nos encantaba y hacíamos fotos y revelados en casa con él.
¿Cuál es su bien más preciado?
Tengo la suerte de vivir en la casa que perteneció a mi abuela. Mi abuela, que también se llamaba Amelia, Amelia Máximo, era pianista y tenía mucho estilo. Aunque muchas cosas ya no están aquí, todavía quedan algunos objetos de ella (¡y de mi bisabuela!), como partituras, cajas con cositas o cuadernos con anotaciones. Hay una en particular que es mi favorita y dice "Por un año lleno de buenas horas". Para mí estos objetos son amuletos, siento que mis antepasados me cuidan a través de ellos y me recuerdan de dónde vengo.
¿Qué música escucha mientras trabaja?
Todos géneros se tocan en el estudio. Tengo días en los que me siento como Chick Corea, The Dave Brubeck Quarter, Bebo Valdés o Buena Vista Social Club. Pero otros me siento como Rosalía, Ralphie Choo, Gold panda, Soko, Sigur Ros... También me encantan Patty Smith y Leonard Cohen, aunque últimamente suenan mucho la vaca loca y el loro tete.
¿Cuál es su estampado favorito de la colección Jugo y por qué, y su prenda?
Es muy difícil elegir, pero me encantan los Adros, Ritos y las Vayas. Me parece una genialidad que con "simples" horizontales y verticales hayas sido capaz de crear algo tan bonito y con tanta profundidad. Soy muy fan del menos es más.
Me gustan mucho los vestidos Assilah y Essaouira porque son prendas que te transportan y te hacen soñar. Más que ropa, los veo como obras de arte que te pones y te hacen levitar. Para mí, dependiendo de lo que lleve puesto, siento una energía diferente y veo esos vestidos como algo muy especial. También me encantan el Amalfi y el Fiji por el estilo japonés y me parecen muy cómodos y prácticos para los looks del día a día.
¿Cómo sería el sombrero de tus sueños?
I have always thought of hats as avant-garde or something groundbreaking. Think that, in a city like Murcia, wearing a hat is being a freak, wanting to attract attention. For me hats are related to fantasy, I have seen them in story characters like Alice's Hatter, Willy Wonka but also in historical figures and in art. I recently heard a story about the bird of paradise that Baltasar wears on his turban in a painting by Rubens and that also made me think about how the hat was used to communicate and to contextualize something from the time. I don't know what my dream hat would look like, but it would definitely have to be something with a lot of magic. I've been doing a lot of matching things with Elio lately so it would be great to have a matching hat with him <3
También cualquier otra cosa que te apetezca...
Lo único que puedo añadir es gracias por hacer las cosas tan preciosas que hacéis y por confiar en mí y en mi trabajo. Es muy bonito que marcas con tanta proyección apuesten por el trabajo de los pequeños artesanos, por los procesos manuales y primen la calidad y la sostenibilidad. Pero sobre todo, enhorabuena a vosotras porque detrás de esta gran marca hay mujeres aún más grandes.
GRACIAS DEARRRRRRRR
¡¡¡¡¡¡¡¡Gracias a vosotros, sois los MEJORES!!!!!!!!