Lucía Serra: el arte floral y la sostenibilidad florecen en el corazón de Mallorca

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Lucía Serra: floral art and sustainability blossom in the heart of Mallorca
Lucía Serra es una emprendedora que ha encontrado en Mallorca el rincón perfecto para entrelazar su pasión por las flores con su sueño de un cultivo sostenible. Con su proyecto, Serra Flowers, Lucía nos invita a descubrir la belleza natural de la isla, convirtiendo su jardín en un auténtico oasis de creatividad y vida. Madre de tres hijos, ha encontrado en la mágica zona de Alaró, con sus montañas gemelas guardianas, el lugar donde ha tenido la suerte de hacer realidad su visión.
¿Qué te llevó a mudarte a Mallorca y cómo ha sido la experiencia hasta ahora?
Nos mudamos a Mallorca con el objetivo de encontrar un equilibrio entre nuestra vida familiar y profesional, después de haber vivido en varias ciudades europeas. Encontramos lo que buscábamos y estamos muy contentos con nuestra decisión.
¿Cómo descubriste tu pasión por el mundo floral y qué te atrajo de esta actividad en particular?
Mi amor por las flores comenzó en mi infancia, influenciada por mi madre, quien me inculcó una profunda pasión por la jardinería desde muy pequeña. Cuando me mudé a Mallorca y di a luz a mi tercer hijo, noté una clara falta de opciones florales locales de calidad. Esto me inspiró a crear una oferta única, con una selección exclusiva de flores cortadas cultivadas en un jardín de flores sostenible. Al igual que priorizo ​​los productos locales y orgánicos en mi dieta, decidí aplicar la misma filosofía a las flores, ofreciendo una alternativa a los productos importados.
¿Cómo ha influido tu vida anterior y la de tu marido músico en tu decisión de dedicarte al cultivo floral?
Tras trabajar en el mundo de la moda como diseñadora de géneros de punto durante más de diez años, el aspecto creativo de considerar volúmenes, texturas y colores me resulta natural, habilidades que he trasladado al diseño floral. El verdadero reto ha sido el cultivo, un área en la que he invertido mucho tiempo en un aprendizaje continuo. Mi marido, con su vida creativa como músico, siempre ha apoyado mi pasión y, cuando puede, disfruta colaborando en este proyecto, lo que también le permite desconectar de su rutina diaria.
¿Qué retos habéis encontrado al iniciar este nuevo proyecto en Mallorca?
Afortunadamente, hasta ahora todo ha ido bien. Mi mayor preocupación era el intenso calor del verano en Mallorca, pero gracias a una planificación cuidadosa y a una adecuada selección de variedades junto a mi madre, hemos sobrevivido a los meses más calurosos, con una abundante oferta de flores.
¿Qué papel ha jugado tu madre en tu proyecto de cultivo floral y cómo el trabajo conjunto ha fortalecido vuestra relación?
Este proyecto sería muy diferente sin la colaboración de mi madre. Su vasto conocimiento de plantas, jardines y flores ha sido invaluable. Mi deseo es que ella pueda pasar temporadas más largas aquí o incluso mudarse de manera permanente, lo que fortalecería aún más nuestra relación y el éxito del proyecto.
¿Hay algún lugar específico de Mallorca que te inspire especialmente?
La Sierra de Tramuntana, con sus espectaculares paisajes donde las montañas se encuentran con el mar, es una fuente constante de inspiración para mí. En particular, la zona de Alaró, con sus mágicas montañas gemelas, es donde tengo la suerte de tener mi proyecto.
¿Cuál es tu rutina diaria en el campo y qué aspectos del proceso disfrutas más?
Mi día empieza temprano, sobre todo en verano, y paso entre tres y cuatro horas diarias en el jardín de flores. Además, dedico tiempo a tareas administrativas, como la planificación, la gestión de pedidos y las redes sociales. Disfruto muchísimo de mis paseos de los lunes para ver cómo avanza todo; siempre te encuentras con agradables sorpresas. Mi sueño es poder hacer este paseo en pijama y con un café en la mano cuando el jardín de flores esté en mi propia casa. También encuentro una gran satisfacción en las entregas, sabiendo que estoy llevando un trocito de naturaleza a cada cliente.
¿Cómo han influido tus hijos y tu familia en tu nuevo proyecto y vida en Mallorca?
Me siento muy orgullosa de dedicarme a algo en lo que creo plenamente y que me permite transmitir estos valores a mis hijos. Mi hijo mediano, que tiene tres años, ya muestra un gran interés por el jardín y me encanta verlo participar en este entorno.
¿Qué es lo que más te inspira de Romualda?
Siempre me ha gustado el trabajo de Cristina, recuerdo que mis padres compraron una de sus piezas en su primera exposición. Como vengo del mundo de la moda, aprecio lo bien que sientan las prendas, ¡te sientes preciosa con un vestido Romualda! Los sombreros, en particular, son una pieza clave; llevo el de peonías todo el verano para ir a la finca porque es realmente práctico, ¡aunque todavía tengo que dominar las peonías que he plantado!
¿Cómo te ves reflejado en nuestro mundo Romualda?
Romualda, al igual que Serra Flowers, encarna la idea de la "belleza por la belleza". No es un producto esencial en el sentido convencional, pero es absolutamente indispensable para quienes sienten profundamente la necesidad de rodearse de belleza y, a través de ella, elevar todos los aspectos de su vida.
Ahora que las flores han florecido, ¿cómo has experimentado esto?
Me llena de orgullo ver los frutos de nuestro trabajo. Cultivar algo a partir de una semilla y, meses después, cosechar baldes y baldes de flores cada semana es la realización de un sueño. Mi objetivo es seguir perfeccionando cada temporada y refinando la selección de flores.