Herencia en pinceladas.

Journal
Heritage in Brushstrokes

Una colección cápsula creada con las manos que nos enseñaron a mirar.
Con los nuevos colores del otoño, presentamos algo muy especial: una cápsula de sombreros únicos, pintados a mano por María, nuestra madre.

 

 

 

Desde siempre, ella ha sido nuestra primera fuente de belleza. Con una mirada curiosa, manos inquietas y un amor casi sagrado por los detalles, nos enseñó a encontrar arte en lo cotidiano. Estudió Restauración y Bellas Artes, aunque su verdadera escuela ha sido la vida: ha transformado muebles olvidados en tesoros, ha creado vajillas, bolsos, joyas... y ahora, esta colección de sombreros únicos.

 

 

 

 

Cada sombrero de esta cápsula es una obra en sí misma. María los ha pintado uno a uno, inspirándose en paisajes de Japón, flores silvestres, viajes, recuerdos y culturas que han dejado huella en su camino. Por dentro, los forros de seda. Por fuera, los dibujos y colores cuentan historias.

 

 

 

Son piezas únicas, irrepetibles. Pero, más allá de eso, son una herencia viva: la de una madre que nos enseñó que el arte no es tan solo algo que se cuelga en la pared, sino algo que se lleva puesto, se comparte y se celebra.